Carpintería de aluminio, características de uso y tipología
Seguramente te hayas fijado en que la mayoría de las ventanas de los edificios o casas construidas últimamente tiene carpintería de aluminio. Y no es por casualidad, ya que las puertas y ventanas de aluminio presentan unas propiedades y características idóneas para ser usadas en la construcción de edificios en nuestro país.
El aluminio ofrece una serie de ventajas con respecto a otros materiales que lo hacen especialmente indicado para su utilización en exteriores por varios motivos. A lo largo de este artículo te explicaremos por qué el aluminio es el material más empleado para la fabricación de carpinterías interiores y exteriores. Al mismo tiempo, veremos qué beneficios aporta este material en el uso de puertas y ventanas en carpinterías en la construcción.
Beneficios de la carpintería de aluminio en la construcción
El aluminio tiene unas características únicas en cuanto a materiales de construcción se refiere. Es un material muy resistente y, al mismo tiempo, bastante ligero; propiedades fundamentales para la fabricación de estructuras. Permanece inalterable en el tiempo, no se pudre como la madera, ni presenta oxidación como el hierro. Además, la facilidad que tiene la instalación y montaje de una estructura de aluminio no la tienen otros tipos de materiales. Si a todo esto unimos su durabilidad, el coste que tiene este material y el bajo mantenimiento que requiere, hace que sea uno de los materiales más funcionales existentes en la construcción.
Pero estas propiedades no son las únicas. La carpinteria de aluminio es excelente para aislar térmica y acústicamente una vivienda o edificio. Su uso en las ventanas permite la adaptación de cristales de distinto espesor dentro de sus perfiles, en función del grado de aislamiento acústico que se quiera conseguir. Al mismo tiempo, estabiliza la temperatura interior.
Soporta muy bien las inclemencias meteorológicas, resistiendo muy bien la humedad y las radiaciones solares. Y además, es un material ecológico; para su fabricación no es necesario un gran aporte energético,tiene un fácil reciclado y no es tóxico.
Complementando todo lo anterior, tiene un mantenimiento y una conservación bastante fácil, ya que su limpieza es extremadamente simple.
¿Cómo saber la calidad del aluminio?
Un perfil de aluminio no se suele hacer solo con este material, son habituales las aleaciones con magnesio, silicio, manganeso, zinc o cobre. Es la composición y la proporción de fusión de cada aleación lo que marca la calidad del perfil. Para que puedas comprobar si un perfil de aluminio tiene buena calidad, vamos a darte una serie de trucos:
– Observa su superficie. Cuando un perfil de aluminio es de gran calidad, presenta un color claro, brillante y es de grano fino.
– Comprueba su elasticidad. Para ello bastará con que coloques un borde del perfil en el suelo y sujetes el otro en alto. Presiona el perfil por el medio y, si es elástico, es de buena calidad.
– Observa la calidad del sellado y el espesor de la película de óxido. Para determinar si el espesor es adecuado, raya su superficie con un elemento punzante, una llave, por ejemplo. Si el arañazo puede borrarse y queda una apariencia suave y nítida, su espesor es de calidad. Para determinar la calidad del sellado, puedes usar una pluma de escribir o un bolígrafo. Escribe algo sobre el perfil, y si puedes eliminar con facilidad la tinta, significa que el sellado es de buena calidad.
– Por último, si puedes realizar un corte limpio del perfil y el sonido es nítido, indica que indica que el aluminio tiene fuerza y dureza.
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